Sin abandonar a Picasso, nos invadió el carnaval con su música y color y así decidimos celebrarlo disfrazándonos nosotros también de arlequín imitando a su hijo Pablo. ¡Qué guapos quedamos! y vaya sorpresa se llevaron los papis cuando nos vieron.
Utilizando el cuadro del arlequín de Picasso nos hicimos pasar por su hijo Pablo y así nos transformamos en arlequines convirtiéndonos en el arco de la alegría alrededor del "arbol de la vida" de KLIMT, pues en nuestro cole toda nuestra vida y actividad se relaciona con el juego, la vida, la alegría y el disfrutar con lo que vamos haciendo día a día y así lo intentamos transmitir como el sentido real de nuestro trabajo y nuestro aprendizaje.
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